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Por Samantha Campos (Programa de Escritores Babaluum)
¿Qué es el consumismo?
La Real Academia Española define el consumismo como la "tendencia inmoderada a adquirir, gastar o consumir bienes que no siempre son necesarios". En otras palabras, el consumismo es cuando compramos cosas no por necesidad, sino por deseo. Imagina cuando compras ropa nueva, aunque tu armario esté lleno, o cambias de teléfono, aunque el que tienes aún funciona perfectamente. Incluso cuando compras dulces o snacks en el supermercado solo porque se te antojaron, eso también es consumismo.
Este comportamiento puede parecer normal, y en cierto modo lo es. Vivimos en una sociedad que promueve el consumo excesivo, donde el mantra es: "Si puedo pagarlo, ¿por qué no comprarlo?". Estas ideas están tan arraigadas que rara vez nos detenemos a pensar en las implicaciones reales que tienen nuestras decisiones de compra, no solo para nuestras finanzas, sino también para el medio ambiente.
El impacto ambiental del consumismo
Cada vez que compramos algo, hay mucho más en juego que solo dinero. Detrás de cada producto existe un proceso complejo llamado el ciclo de vida del producto, que abarca desde la extracción de las materias primas, pasando por su fabricación y transporte, hasta su venta y, finalmente, su desecho.
Por ejemplo, piensa en esos productos importados que compras en el supermercado. Para que lleguen hasta allí, deben ser transportados en camiones, barcos o aviones, que emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero. Además, muchos productos vienen envueltos en plásticos que tardan cientos de años en descomponerse, lo que agrava la crisis de residuos plásticos en el planeta.
Incluso un producto tan perecedero como la lechuga puede ser parte del problema. Aunque la lechuga se descompone rápidamente, el plástico que la envuelve persiste en el ambiente por siglos. La solución más responsable sería buscar productos locales, lo que no solo ayuda al medio ambiente al reducir la contaminación por transporte, sino que también impulsa la economía local.
¿Por qué consumimos tanto?
El consumismo no es algo nuevo. De hecho, este fenómeno comenzó a desarrollarse junto con el capitalismo y la sociedad de consumo en el siglo XX. Según la autora Andrea PM, el consumismo se vio impulsado por la industrialización, la producción en masa y la creciente influencia de la publicidad.
Algunos investigadores señalan que el consumismo moderno tiene sus raíces en la década de 1920 en Estados Unidos, cuando la producción en masa hizo que los bienes fueran más accesibles para un mayor número de personas. A partir de ahí, la publicidad comenzó a convencer a las personas de que necesitaban más cosas de las que realmente requerían.
Estrategias de convencimiento en supermercados
Sin que te des cuenta, los supermercados y otros comercios han perfeccionado diversas estrategias para que compres más de lo que tenías planeado. Como explica Claudia Navarro (2022), una de estas tácticas es el uso de carritos de compra enormes. Al ver tus productos dispersos en un carrito tan grande, tienes la sensación de que no llevas suficiente y te sientes impulsado a llenar el espacio vacío.
Otra estrategia común es la ubicación de los productos. Los artículos más baratos o básicos se colocan en los estantes inferiores, fuera de tu vista directa, mientras que los productos más costosos se ubican a la altura de los ojos. Además, los supermercados están diseñados para que recorras varios pasillos antes de llegar a los productos esenciales, lo que te expone a más ofertas y tentaciones.
El género y el consumo
El género juega un papel importante en los patrones de consumo. Según NielsenIQ, las mujeres gastan un 70% más que los hombres en productos de salud y belleza. Pero no solo es una cuestión de cuánto gastamos, sino también de cómo ciertos productos están diseñados y comercializados específicamente para las mujeres, a menudo con un precio más alto. Este fenómeno se conoce como "Pink Tax" o "impuesto rosa".
El Pink Tax se refiere al sobreprecio que tienen algunos productos simplemente por estar destinados a mujeres. Por ejemplo, las rasuradoras rosas suelen ser más caras que las azules, aunque ambas cumplen la misma función. Esta es una de las muchas maneras en que el marketing utiliza estereotipos de género para influir en nuestras decisiones de compra.
¿Por qué seguimos comprando?
La famosa pirámide de necesidades de Maslow nos ofrece una clave para entender el consumismo. En la base de la pirámide están nuestras necesidades básicas como la comida y el refugio. Una vez que estas necesidades están cubiertas, comenzamos a buscar cosas que nos hagan sentir bien o que reflejen nuestro estatus social. Comprar el último modelo de auto no es una necesidad de supervivencia, pero es una aspiración que, después de satisfacer lo esencial, nos parece alcanzable.
En resumen, consumimos porque nos hace sentir bien, porque nos da una sensación de logro o porque simplemente está a nuestro alcance. Las marcas y las estrategias de marketing alimentan este deseo constantemente, presentándonos productos atractivos que nos hacen sentir que los necesitamos.
Pero lo más importante es ser conscientes de este ciclo de consumo y tomar decisiones más informadas y responsables, no solo para nuestro bienestar personal, sino también para el planeta en el que habitamos.
Esto es todo por hoy, como siempre espero que lo hayan disfrutado y aprendido algo nuevo ¡Me despido por hoy!
Bibliografia
Sostenible Sustentable (2023) “50 Ejemplos de Consumo Responsable y Sostenible” Recuperado de
Vera.R (2023) “La Importancia del Análisis de Ciclo de Vida en la Industria Agroalimentaria: Tomando Decisiones con Conciencia Ambiental” Recuperado de
Manos Verdes. “En qué consiste el análisis del ciclo de vida de un producto” Recuperado de
Andrea PM (2022) “Consumismo: Qué es y sus Consecuencias” Recuperado de
Duque. V (2024) “Los productos que más compran las mujeres en América Latina” Recuperado de
Ecofeminita (2016) “¿Qué es eñ ínk tax?” Recuperado de
Navarro. C (2022) “12 trucos que usan los supermercados para hacer que compres” Recuperado de
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